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  • El futuro del trabajo
  • 26 de febrero 2021

Cómo evitar la fatiga de Zoom y de las videollamadas

Estudio de la Universidad de Stanford entrega las claves para evitar el agotamiento por participar en muchas videoconferencias

Aunque se le conoce como "Fatiga de Zoom", no es culpa solo de Zoom, todas las videoconferencias producen un agotamiento mayor al que generaría una reunión presencial. Un estudio del Laboratorio de Interacción Virtual Humana la Universidad de Stanford profundizó sobre las causas de este cansancio adicional producido por las reuniones con video, y las posibles soluciones para enfrentarlas.

Estas son Las3Claves para evitar el cansancio de las videoconferencias:

1. Evitar usar el software en pantalla completa

En una videoconferencia nos miramos a los ojos más de lo que lo haríamos en una conversación cara a cara, lo que resulta antinatural y genera estrés al sentirnos constantemente observados. En una videollamada todos están siendo observados todo el tiempo, independiente de si están hablando o no. También dependiendo del tamaño de la pantalla, los hablantes pueden parecer demasiado grandes, dando la sensación de que invaden tu espacio personal.

El investigador Jeremy Bailenson recomienda quitar el software de pantalla completa, reduciendo el tamaño de la ventana para que los participantes no se vean tan grandes, y usar un teclado separado para poner más distancia entre tu cara y la pantalla.

2. Esconder la vista de uno mismo

Verse uno mismo todo el tiempo no es natural. Cuando hablamos con otros de manera presencial, no nos estamos mirando también a nosotros hablar. Verse a uno mismo puede hacer que seamos más críticos sobre cómo nos vemos o lo que estamos diciendo, señala Bailenson. Para evitar esto, se puede activar la opción "ocultar vista de ti mismo", que no te muestra tu video.

3. Usar solo audio de vez en cuando

En una videoconferencia hay que preocuparse de cómo te ves en el video: que tu cara quede centrada, que la iluminación sea correcta y no moverse demasiado para no salirse del encuadre. Estas preocupaciones no están en una conversación cara a cara, y aportan al cansancio que generan las videoconferencias.

También ocurre que los gestos que son parte de la comunicación no verbal, en una videoconferencia pueden significar cosas distintas. Que alguien mire para el lado en una conversación cara a cara es distinto a que alguien mire para el lado en video, ya que puede estar poniendo atención algo que está ocurriendo en su casa y que no podemos ver, por ejemplo.

Una solución es optar por conversaciones solo de audio, apagando el video. Bailenson indica que también deberíamos movernos y no mirar la pantalla por un rato, para darnos un descanso de estos gestos.

Fuente: Stanford